Combi: una historia de versatilidad, alegría, eficiencia y aventura
Con un look que a todos encanta
La Combi es uno de los vehículos utilitarios de Volkswagen más icónicos en México, modelo que ha llenado de anécdotas la vida de miles de personas, y al mismo tiempo, ha resuelto las demandas de movilidad al ser uno de los vehículos más empleados como transporte público, tanto en la Ciudad de México como en el área Metropolitana, y es que, todos alguna vez hemos sido pasajeros de Combi, ya sea en un viaje familiar o por cuestiones laborales.
La Volkswagen Combi nació en el año de 1947 bajo la necesidad de crear un vehículo de trabajo con la capacidad de trasladar una carga útil de 690 kilogramos, siendo este el origen de lo que hoy conocemos como Transporter, un auto capaz de resolver múltiples tareas gracias a su versatilidad y su accesibilidad.
Se dice que las primeras dos generaciones de la Combi, hoy Transporter, son las que más recuerdan las personas, pues las versiones subsecuentes tuvieron diversos cambios que de alguna manera la alejaron de su concepción original, pero al mismo tiempo, se trató de un modelo que permitió el desarrollo de la creatividad, sobre todo en la cultura hippie en donde las Combis se personalizaban al gusto de cada persona, casi siempre con diseños llamativos y colores vibrantes. Durante esta época, estos vehículos se empleaban con frecuencia para viajes en carretera o para acudir a festivales de música.
La historia de la Combi en nuestro país arrancó en 1970
cuando inició su producción en la planta de Volkswagen en Puebla. En el intermedio destaca el gran cambio sufrido en 1987 cuando se pasó del motor 1600 cc enfriado por aire, a un motor 1,800 cc refrigerado por agua con 84 caballos de fuerza. Es aquí cuando se introduce la parrilla plástica al frente, que sería adoptada por el modelo brasileño hasta 2005, país donde su produjo hasta 2013 aunque en México dejo de fabricarse en el año de 1996.
El último modelo fue la “Combi Última Edición” armada en Brasil
tuvo una producción de mil 200 unidades a nivel mundial, lo que la convirtió en un vehículo de colección; para México fueron destinadas solo 50 unidades. La edición especial combinó en su diseño elementos tradicionales con tecnología actual, haciéndolo un vehículo clásico de culto.
Ya han pasado muchas décadas desde que la Combi se despidió de México, pero sigue presente en las calles, robando las miradas nostálgicas de quienes tuvieron la oportunidad de manejarla, personalizarla y vivirla.